DECÁLOGO SOCIAL DE FEMINIDAD

El trauma social por la perfección femenina es casi una enfermedad oculta bajo la norma de lo "socialmente aceptable". Peinadas, maquillas, bien vestidas, uñas arregladas y siempre perfumadas. De hecho va más allá, lo llevan a lo físico: delgadas y altas (Sin incluir el matrimonio y los hijos, pues ese es un tema que da para tratarse solo). No más.
Se deja a las mujeres en una especie de manada. Todas deben ser iguales y tener los mismos comportamientos. Aquella que ose ser diferente será sacrificada en el macelo de la opinión pública: el escarnio.


En los últimos años ha surgido una especie de revolución en cuanto al cabello. No muchas se atreven a sumarse. Aún hay pocas rebeldes. Y esas pagan su cuota.
Es norma social (quién sabe escrita dónde) que el cabello debe estar lacio. No, no importa si genéticamente no se concibió así. ¡Debe ser lacio!. Entonces, las féminas se someten a lo que sea con tal de que su cabello, no tenga ni una sola onda.
Vas a una entrevista de trabajo: "blower" y plancha. Tienes un evento: "blower" y plancha. Estás en la oficina: "blower" y plancha. Esto lleva a que el cabello se lave con menos frecuencia, con tal de ahorrar dinero. Sin contar a aquellas que, cansadas de calentarse la cabeza, toman medidas definitivas con tratamientos químicos y demás especias.

¿Por qué? La sociedad es cruel con aquellas que no se "peinan"( entiéndase "peinan" por tener el cabello lacio). La burlas y los dedos críticos no faltan. Al final, muchas llegan a sentir cierta vergüenza de tener el cabello rizado y ondulado.

El maquillaje es otra LEY. Hay que maquillarse y estar "linda". Hace poco la cantante estadounidense, Alicia Keys, decidió no hacerlo. Los indignados saltaron de una. ¡Vamos!La mujer no se ve mal sin maquillaje. Deje el odio, policía de la moda "ad honorem". Entonces, las mujeres que no son famosas sienten esa obligación de invertir, mínimo 30 minutos para poner color al rostro. Lo veo así, es como ir a la guerra diariamente y para hacer frente es necesario pintarse.

El vestido, otro drama. Repetir es pecado y ni se te ocurra decir que la ropa es barata. Así que debes hacer lo que sea para tener una pieza nueva cada vez que se pueda. No,no importa si no tienes el dinero para eso. "Deja de pagar un servicio o la comida".

Las uñas. ¡Epa! la manicura y pedicura son decreto social. No lo haces, eres un hombre. Pienso en esas mujeres que se encargan de los deberes del hogar. ¿Han intentado mantener el esmalte de las uñas tras fregar los trastes, lavar la ropa o bregar con niños? La que lo logra es una heroína.

Delgada y alta. "Dietas". Sí, entre comillas, porque no la da un nutricionista. No, la lees en "x" página y como le funcionó a fulanita. ¿En qué consiste? pues en casi no comer nada. Ahí es donde aparece nuestras "amigas" gastritis y anemia. La situación degenera en algunas damas hasta alcanzar la anorexia y bulimia. Debido a que si superas la talla 5-6 eres una "gorda horrorosa".

¿Alta? Claro, para eso están los tacones. Sufren, duelen los pies, pero pasas horas con esos condenados zapatos puestos porque es elegante y bueno, verse pequeña ¡NO!.

Mi reflexión es que se haga porque de verdad nos gusta y queremos. Digo, la pregunta que TODAS nos debemos hacer en cuanto a esos temas es: ¿realmente quiero hacer eso o lo hago porque los demás se burlarán de mi por no hacerlo?

Al final ¿Saben qué es lo más triste? Lo más triste del caso es que las más juzgadoras son: otras mujeres.

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