ESTUDIANTE

Hay lugares, personas y situaciones que nos marcan para siempre. Salí de mi escuela primaria hace ya doce años, pero aun en mis sueños aunque me ubique y visualice como universitaria, el lugar en el que me encuentro es mi escuelita, la escuela primaria Santiago de la Guardia A. No se como sea en la mente de los demás. Pero para mí, mi tiempo de colegio fue lo mejor. Ahora que se acerca otra celebración del día del estudiante, observo como son los niños de hoy, con respecto a los niños de mi tiempo. Me gusta pensar que mis años fueron mejores. Puedo recordar a los maestros, cada uno una historia diferente, por ejemplo, mi maestro de educación física con cada juego nuevo y extraño, como cuando nos hacia quitarnos las zapatillas, tirarlas en el medio de la cancha de cemento en horas cercanas al mediodía a caminar descalzos para buscarlas, pobrecita mi hermana una vez termino con los pies quemados y llenos de ampollas.
Aquel maestro al que la mayoría temía, solo con la mirada aplacaba el carácter del alumno más rebelde. Además de los concursos de la semana del libro, participe en casi todas las categorías, lectura, declamación, oratoria, dibujo, dictado, en fin.
Los juegos en la hora del recreo, yo era casi un niño jugaba beisbol con los varones, me encantaba. En ese tiempo nos daban leche en vaso, galletones, crema nutricional, que estaba más buena. Mejor aun, nos llevaban al comedor y nos daban un plato de guacho a cada alumno, preparado por las señoras de las escuela. También recuerdo los gritos de felicidad cuando sonaban tanto el timbre del recreo, como el de salida. Cantábamos el himno los viernes a las cinco de la tarde, era para arriar la bandera. Es más el día del niño era el uno de noviembre, para mi todavía lo es. No se como vivan los niños su época de estudiantes ahora, pero insisto, ¡como el mío ninguno!

Comentarios

Entradas populares