Tasa de interés en la Banca Panameña

Según, el economista y asesor del Ministerio de Economía y Finanzas, Juan Luis Moreno Villalaz, las tasas de interés en el sistema panameño, deben converger a las tasas de interés internacional, con un diferencial que refleje el riesgo-país.
Para él, el hecho que el sector privado determine la cantidad de crédito disponible en la economía, a través de los saldos en la balanza de pagos, garantiza el arbitraje de las tasas de interés.

Esta tendencia de tipos de interés establece un marco propicio para la inversión extranjera mediante la eliminación del riesgo cambiario y el establecimiento de reglas claras y estables. Además, el arbitraje de tipos de interés elimina la posibilidad de triangulación financiera que conlleva la fuga de capitales. Esto es posible, ya que al eliminar la línea de separación entre el mercado financiero doméstico y el internacional, se eliminan los incentivos para la fuga de capitales.

Al abrirse el mercado de capitales se hace atractivas las inversiones en el país y los bancos piden prestado en el exterior para financiar proyectos locales.

En su trabajo titulado, UNA POLÍTICA O UN SISTEMA MONETARIO ÓPTIMO, el Dr. Moreno señala que: “La tasa de interés real positiva es considerada uno de los componentes más importantes para una política de desarrollo. Hay que indicar, también, que el sistema incluye libre movilidad de capitales. Esto es un elemento importante para atraer inversión extranjera. No es solamente que no hay riesgo cambiario, sino que no existen restricciones al retiro de utilidades o movimientos de capital. Esta es una de las características más destacadas y beneficiosas del sistema monetario panameño”.

Antecedentes


Durante 1987-1989 Panamá experimentó una crisis política y económica nunca antes vista. En 1987 ocurre la primera crisis y se retiran $185 millones de depósitos privados internos. En relación al manejo de la deuda, el gobierno acuerda con los bancos internacionales pagar su servicio en forma retrasada, se suspendió el pago de la deuda con la banca oficial internacional y se paralizó el programa de inversiones.

La banca privada panameña mantenía altos niveles de reservas líquidas, cercanas al 30 al 40% de sus activos. Estas reservas se depositaban en bancos extranjeros en Panamá. Como en ocasiones anteriores, la banca trajo dinero a Panamá y no se produce un colapso del sistema bancario, a pesar de condiciones políticas, de la crisis fiscal y de las perspectivas muy desfavorables.

A raíz de esto, se paralizaron las actividades en el área de la construcción, uno de los principales ejes económicos en Panamá. Por falta de demanda bajan las ventas y se reducen los inventarios y las importaciones. La economía empieza a sentir el efecto de una crisis. Empero, por el crecimiento que existía hasta mediados de año, los efectos de la crisis no se registran en su verdadera magnitud en las cifras anuales.

A principios de marzo de 1988. El gobierno de los Estados Unidos aplica sanciones económicas contra el gobierno de Panamá. Entre ellas, restricciones a las empresas americanas para el pago de impuestos, suspensión de los pagos al gobierno por la operación del Canal, poner a la ciudad de Panamá fuera de límites para los soldados, retiro de americanos residentes, amenazas de fuerza militar.

Ante presiones de retiro de dinero en la Banca se cerró el sistema bancario por mes y medio. Cuando se reanudaron sus operaciones se trabajó en forma condicionada, con la suspensión de la obligatoriedad de pagar los depósitos locales. El gobierno autorizó a los bancos, la emisión de certificados de depósitos e inversión (CEDIS) contra los depósitos restringidos; algunos bancos aceptaban los mismos como amortización de deuda.

El efecto en la economía fue inmediato. Por un mes no operaron los bancos. No había crédito, todas las actividades ligadas al mismo prácticamente se suspendieron: venta de autos, muebles, bienes duraderos. La industria de la construcción se paralizó. La industria de materiales de construcción quedó operando a un nivel mínimo. La economía decreció en un 16% en 1988.
Los CEDIS de los bancos americanos se vendían con un 5-8% de descuento, el de los bancos nacionales entre el 15 al 20% de descuento. Salvo, un banco local importante pero identificado con la oposición al gobierno, el descuento en este caso llegó al 30%.

Los agentes de bienes y raíces, así como los de firmas de avalúos acordaron, un "factor de descuento por crisis". Esto descontó el valor de los edificios en los barrios de lujo entre un 25 al 33%, las propiedades de clase media alta entre un 15 al 20% y las de nivel medio entre un 10 al 15%.

El valor de las tierras, en muchos casos disminuyó en 30-40%. Inversionistas con proyectos de vivienda en vías de desarrollo, que tenían deudas con los bancos por la construcción de infraestructura y la compra de la tierra para sus proyectos, tuvieron que liquidar para pagar intereses o mantenerse el resto de la propiedad.

Nuevamente el sistema monetario panameño evitó pérdidas mayores debido al efecto de la devaluación en el valor de los pasivos en dólares.

Los edificios de alquiler de lujo se ajustaron al mercado. Hubo una gran salida de americanos, algo más de 3,500 personas, además de japoneses y otros extranjeros. Quedó un excedente de apartamentos de lujo, lugares que se alquilaban a $1,200 antes de la crisis se alquilaron a $700-800 durante la crisis. Pero esto logró crear suficiente demanda como para absorber el excedente disponible. Los nuevos alquileres eran cercanos a lo que el dueño le pagaba al banco entre amortización e intereses.

Quince años después


En el 2005, las tasas de interés se mantuvieron estables, lo que redujo los diferenciales respecto a las tasas internacionales, según datos de la Súper Intendencia de Bancos.

Las tasas de interés activas se conservaron estables; la tasa activa de referencia para préstamos comerciales a un (1) año plazo promedio fue de 8.22% para los bancos panameños y de 6.68% para los bancos extranjeros. El diferencial de la tasa de interés en la banca privada panameña, con relación a las tasas internacionales tomando como referencia la tasa prime de EEUU disminuyo de un nivel de 336 puntos básicos a agosto 2004 a 172 puntos básicos a agosto 2005, es decir, un total de 154 puntos menos, utilizando como referencia la tasa prime de EEUU.

La tasa promedio de operaciones comerciales en la Zona Libre de Colón registró un promedio 6.56% un promedio ligeramente superior al 6.05% con que cerró el año 2004; por su parte, los promedios de tasas para la actividad comercial mayorista y minorista mantuvieron niveles promedios al 8.1% y 8.3% respectivamente.

No obstante, esta tendencia será difícil de sostener durante períodos futuros debido a las presiones que la estructura de maduración de activos y pasivos y el entorno alcista a nivel internacional tienen sobre las tasas de interés.

La tasa pasiva promedio para la banca panameña, en ese mismo año, utilizando como referencia la tasa sobre depósitos a plazo fijo a 6 meses es fue de 2.76%, mientras que para los bancos extranjeros el nivel fue de 2.89%. Las tasas pasivas promedios se mantuvieron por debajo de la tasa libor a 6 meses de referencia y el diferencial se amplió.

Veinte años – 2009


Datos de la superintendencia de bancos, para el mes de abril del 2009, registraron que las tasas de interés pasivas tuvieron una tendencia hacia una ligera alza.

El rendimiento de las tasas pasivas se amplió a un promedio cercano a los 140 puntos básicos entre captaciones de 30 días y 1 año, tendencia similar a la que se observó, durante el mismo periodo en la tasa libor internacional.

Las tasas activas mantuvieron una tendencia de estabilidad. Para el sistema bancario nacional, las tasas de interés activas en la zona libre hasta abril del 2009 fue del 6.9%, para las tarjetas de crédito 15 %, en los préstamos personales 11.1 %.

El ahorro a plazo fijo representa la mayor proporción de los depósitos tanto local como extranjero (59% y 76% respectivamente); seguido por los depósitos a la vista que mantienen concentraciones de 24% y 14% respectivamente.

Las tasas de interés pasivas a plazo fijo hasta abril del 2009 a un plazo de seis meses fue de 3.2 % y en la libor fue de 1.3 %
Comparando con el mes de abril de 2008, cuando el sistema bancario nacional prestó 56,756, para la misma fecha de 2009 el Sistema Bancario Nacional concedió 34,733 préstamos para el sector privado con una disminución de -38.8% .

En el sector consumo en el 2008 realizó 44,140 prestamos y 23,196 en abril del 2009; disminuyendo en un -47.45%.

Al sector comercio le otorgó 7,285 prestamos hasta abril del 2008, en comparación a los 7,157 del 2009 con una disminución de -1.76%

Este resultado es una combinación de varios factores entre los que destacan un menor nivel de ingresos por intereses recibidos sobre depósitos interbancarios (-71%), e inversiones (-9%), una contracción en el renglón de otros ingresos (-20%), y un aumento en los gastos generales (+5%), todo lo cual se vio a su vez aminorado por una disminución en el costo de los fondos (-14%).

La caída de los ingresos por intereses sobre depósitos interbancarios es el reflejo de la contracción generalizada en las tasas de interés.

Fuente:www.superbancos.gob.pa

Comentarios

Entradas populares